miércoles, octubre 26, 2005

matine vermut y noche


Un afiche con tres surfistas de caricatura yendo a la playa apareció en los muros santiaguinos de 1988. En la universidad decían que un grupo de Concepción llamado Los Tres estaba tocando rockabilly al modo de los Stray Cats en Matucana 19. El grupo era capaz de más cosas inéditas: invitados alguna vez a un programa juvenil del canal once en que no se podía tocar en vivo, pasaron de fondo un caset de los Woodentops como propio y tocaron encima sus instrumentos sin enchufar. Difícilmente los Woodentops hayan vuelto a sonar en la TV chilena desde entonces.
Ese grupo de Concepción está tocando gratis esta tarde de 1989 ó 1990 en un escenario armado en la Plaza Almagro, mientras unos vecinos traen sus sillas de playa y sus nietos juegan con tierra a la hora de la puesta de sol.

En el rock chileno es la época de un dark trasnochado y de una resaca del pop de los '80 dedicada a un pobre funky sin sabor. Este grupo, en cambio, parece no tocar notas de memoria, sino jugar dentro del compás y las armonías, como en la vieja escuela. Pancho Molina toca rock como un baterista de jazz, Roberto Lindl se da el lujo de pulsar un contrabajo y el grupo escribe inauditas canciones melancólicas con guitarras sin efectos que pronto serán oídas en un primer disco destinado a liderar el ranking college, si en Chile tan sólo hubiera radios college, con títulos como Flores secas, Pájaros de fuego o Un amor violento.
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A ver, ¿cuántos de aquí tienen el primer disco? -preguntó el cantante y guitarrista Álvaro Henríquez en un momento del concierto unplugged que Los Tres dieron en los estudios de MTV Latino en Miami, el 14 de septiembre de 1995, seis años después de la llegada del grupo a Santiago.( yo lo tengo con aquella version sampleada la verdad tengo el cassete) Definitivamente en Miami pocos tenían el primer disco de Los Tres, que para entonces ya se ocupaban de ganar una frontera inédita para el rock chileno con ese disco, hecho en una época en que MTV aún era interesante de ver: publicado al año siguiente, Los Tres unplugged vendió 120 mil copias en Chile sólo en 1996.hay se hacia conocido su increíble que tal .... festival


Los Tres acaban de mostrar en Miami una canción en tono menor llamada Traje desastre, contemplativo estreno reservado por el grupo para la ocasión. ''Nuestra parte superficial ya fue mostrada, y por eso el tema nuevo es así'', dice minutos después del show Henríquez, en un camarín donde han llegado de visita Café Tacuba, huéspedes de MTV el día anterior. ''Pudimos haber escrito un tema pegador y salir a ganar, pero esas concesiones nacen del pánico al público, y habíamos ensayado tanto que en realidad no podía salir mal'', asegura el cantante, con la certeza del que sabe que hasta la escenografía está de su lado: el cuadrilátero donde acaban de tocar Los Tres es igual al que Elvis Presley pisa en su disco en vivo Elvis come back, un disco del '68.
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La actitud ha sido la misma de cuando llegamos a tocar por primera vez en Santiago: si les gusta, bien; si no, mala suerte -dijo Henríquez. Ya no era Miami '95, sino México D.F. '96, justo luego de un incipiente recital en la librería El Péndulo, donde las cuecas de Los Tres fueron entusiastamente tomadas por huapangos por la audiencia. Tres años más tarde, la Feria del Libro de Guadalajara fue su último escenario en ese país, en una memorable noche en que cuatro mil mexicanos vieron a la banda tocar en la calle parte de su último disco, La sangre en el cuerpo (1999): la bendición final a un cancionero hecho siempre de sensibilidad, inquietud y oficio .

Entonces no se sabía que era una despedida. Fue en abril del año siguiente, en Chile, cuando el grupo anunció su separación.Tampoco se sabe que la de esta noche de marzo de 2000 en el bar La Batuta es una despedida. Los Tres no se lo han dicho a nadie, pero saben que ésta es la última vez que tocan aquí. Han puesto la bandera del Consejo de Todas las Tierras como telón, han empezado con Somos tontos, no pesados y al quinto tema están tocando una canción delirante de Los Diablos Azules titulada Deja eso ya. Angel Parra ha superado hace tiempo su propia noción del solo de guitarra: en una melodía como Te desheredo lo que inventa es otra canción dentro de esa canción. El paso del tiempo está ahí, palpable, en la diferencia entre la pulcra acústica unplugged de hace seis años y el rock lanzado y eléctrico de estas últimas jornadas. ''Muchas gracias por todo. Y gracias por todo'', será toda la despedida prensada en su postrero disco en vivo, Freno de mano (2001). La actitud es la misma que cuando llegaban por primera vez a Santiago, México o donde fuera. Sólo que ahora Los Tres no llegan: se van. Si les gusta, bien; si no, mala suerte.

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