No podemos hacerlo todo y, al darnos cuenta de ello,
sentimos una cierta liberación.
Ella nos capacita a hacer algo, y a hacerlo muy bien.
Puede que sea incompleto pero es un principio,
un paso en el camino, una ocasión para que entre la
gracia del Señor y haga el resto.
Es posible que no veamos nunca los resultados finales
Pero esa es la diferencia
Entre el maestro de obra y el albañil.
Somos albañiles no maestros de obra ,
Ministros, no el Mesías
Somos profetas de un futuro
Que anunciamos el reino.
Mons.Oscar A Romero
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